Un aula virtual es un espacio que aprovecha distintos recursos tecnológicos a través de Internet, para facilitar la impartición de clases. No tiene un espacio físico asignado, no necesita de aulas en ningún edificio a las que los alumnos tengan que asistir.
En su lugar, alumnos y profesores se dirigen a un sitio concreto de Internet, una web, y acceden a sus clases, mediante unas credenciales asignadas previamente, que les identifica en el sistema y les permite acceder a los estudios que les corresponda.

Un aula virtual no es un programa de videoconferencia a través del cual podamos ver al profesor impartiendo la clase. Tampoco es un correo electrónico en el que vengan adjuntos los apuntes o materiales que correspondan a una clase. Igual que tampoco es un programa de mensajería instantánea tipo WhatsApp o Telegram, a través del cual se pueda mantener un contacto directo con el profesor o con otros alumnos.
Es más bien el conjunto de todas las herramientas necesarias para emular una clase presencial, aprovechando para ello el medio online. Las clases en sí, se centralizan en un único sitio y es desde ahí desde donde se podrá dirigir a los alumnos a otros recursos o herramientas necesarias para el aprovechamiento de las clases.
Índice
Cómo funciona un aula virtual
A pesar de tener una naturaleza virtual, un aula de estas características puede funcionar de manera muy similar a una presencial, se acondiciona un espacio al que el alumno asiste y aquí es donde encontrará todos los recursos necesarios para seguir el curso: desde el plan de estudios, material de consulta adicional que complemente las clases, herramientas de comunicación inmediata, chat, con el profesor y otros alumnos y otras de comunicación diferida como foros, o tablones de anuncios.
El profesor a su vez, podrá disponer de otras herramientas adicionales para celebrar sus clases: editores de texto que posibiliten la inserción de distintos tipos de contenido digital, herramientas que faciliten la evaluación de los alumnos mediante exámenes u otro tipo de pruebas, calendarios para programar las clases de cada curso, o incluso herramientas de control y seguimiento de la evolución de los alumnos.
Por último y dependiendo de la inversión realizada y de la plataforma elegida, un centro podrá realizar, además de un seguimiento de profesores y alumnos, las gestiones administrativas que correspondan, así como otras de naturaleza informativa relacionadas con los padres de los alumnos.
Como imaginarás, en el mundo virtual hay muchas posibilidades y cada una de ellas requiere de una inversión distinta. Por lo general pasa como en todo: mientras más facilidades, mayor es el coste de implementarlas y/o mantenerlas.
Por tanto, todo centro que quiera ofrecer una experiencia formativa de naturaleza virtual, tendrá que realizar un buen análisis de necesidades para encontrar el equilibrio entre lo que quiere y lo que puede ofrecer, con el presupuesto del que dispone.
Después de decantarse por una solución, tendrá que habilitar la infraestructura y los recursos necesarios para ponerla en marcha, así como formar a sus profesores en el uso de la misma, para que éstos a su vez puedan trasladar a sus alumnos la operativa que seguirán en las clases.
Si el centro además decide realizar acciones específicas para padres, también tendrá que preocuparse de que éstos puedan acceder a la plataforma, para encontrar la información que necesiten o habilitar aquellos apartados necesarios para realizar los trámites administrativos más habituales..
Tipos de soluciones para crear un aula virtual
Lo cierto es que para crear una aula virtual hay muchas opciones, unas más conocidas que otras.
Aquí por ejemplo, han recopilado 27 plataformas educativas que sirven para precisamente esto: crear un aula virtual.
Algunas de estas soluciones son gratuitas, otras han dejado de serlo. Sin embargo, no esperes obtener una buena experiencia de uso sin desembolsar cierto coste económico porque es una quimera.
No porque el software no pueda ser gratuito o porque por ser gratuito sea malo.
Precisamente los dos software más populares respecto a educación (Moodle) y gestión de contenidos (WordPress), son gratuitos y muy robustos. Tanto que ambos son un referente en sus respectivos ámbitos, gracias a las inmensas comunidades que tienen detrás.
Sin embargo, ese software hay que ponerlo en algún sitio, hay que configurarlo para que funcione bien y hay que mantenerlo, entre otras cosas. Y esto no es gratis.
Al haber tantas posibilidades para crear un aula o centro virtual, puede hacerse difícil decantarse por unas u otras.
Un buen sitio por donde empezar es decidiendo si según las necesidades que tenga el centro, si es preferible crear una plataforma educativa virtual propia, o si mejor utilizar una solución facilitada por terceros.
Plataforma de terceros
En una plataforma de terceros, el centro se puede enfocar directamente en la gestión de la plataforma virtual y en su uso. No tiene que preocuparse de otro tipo de cuestiones técnicas, relativas al funcionamiento y/o al mantenimiento de la plataforma. Una opción interesante para aquellos centros que no disponen de personal técnico capaz de asumir estas tareas o que prefieren mantener externalizada esta parte del servicio. Tendrán que asumir únicamente las tareas derivadas de la gestión de la plataforma.
Es por ejemplo lo que ofrecen en la página oficial de Moodle, donde facilitan distintos planes para que el centro de estudios no tenga que lidiar con las cuestiones más técnicas.
También entrarían dentro de esta categoría aplicaciones como Google Classroom, una plataforma orientada exclusivamente para el sector educativo, a la que se tiene acceso a través de una cuenta de Google. Esta herramienta se engloba dentro de la suite Google Workspace for Education que utilizan en algunos colegios como el colegio público Maestro Rodrigo de Aranjuez.
Aquí tienes el modelo y estrategia de cómo han integrado las TICs en el colegio público Maestro Rodrigo, detallado por su director Javier Pariente. Y aquí otro artículo que probablemente te ayude a reflexionar.
Plataforma propia
Eligiendo una plataforma propia para crear un centro o aula virtual, el centro debe proveerse del software y de la infraestructura necesarias, para poder crear una plataforma de estas características.
Necesitará disponer del personal adecuado, quien deberá asumir no sólo las cuestiones más técnicas, sino también ocuparse de las derivadas de la administración o gestión de la plataforma.
Dentro de esta categoría también entra Moodle, es el software utilizado por más del 60% de centros de educación superior en todo el mundo. Ejemplos: Universidad de Huelva, Universidad de Zaragoza, Universidad de Córdoba, Universidad de Extremadura, Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, la Escuela Oficial de Idiomas de Badajoz, Barcelona o Coruña, el Instituto de Enseñanza Secundaria Francisco de los Ríos o el Instituto Cervantes, entre otros.
Habiendo elegido una de estas posibilidades, será cuestión de estudiar las soluciones correspondientes y las características de cada una de ellas, hasta encontrar la más idónea para cubrir todas las necesidades del centro educativo.
Después de haberla implementado, sólo quedará trabajar en el contenido y en su gestión, para poder incorporar el aula virtual en el centro educativo.