Hace unos días hablaba sobre el contenido que se trabaja en una web: habitualmente redactamos textos, trabajamos imágenes y otros elementos multimedia, que hacen todo el conjunto de un site apetecible y dinámico.
Hoy quiero hacer una reflexión, centrada en la redacción de contenidos. Como va a quedar un poco larga, voy a dividirla en varios artículos, empezando hoy con el primero.
Profundizar un poco en lo que es la creación de esos textos que se pueden encontrar en un sitio web.
Porque si bien es verdad que las visitas llegarán a través de los buscadores, de las redes sociales, de las campañas de publicidad o puede que incluso del boca a boca… Lo cierto es que es el contenido de una web el que hará que esas visitas se queden cuando lleguen, que se interesen, que confíen o que se marchen pitando.
Dentro de ese contenido, soy de las que piensa que los textos juegan un papel crítico y por eso considero que hay que identificar primero qué papel les corresponde, para después poder asignárselo.
Índice
Redacción de contenido web
La redacción de contenido es decir, la creación de los textos, es a mi modo de ver la base de todo proyecto web. También la parte más complicada porque creo que los textos dan forma a todo el proyecto.
Creo que son la base sobre la que se asientan los demás contenidos y también la guía que necesita toda visita, para llegar sin problemas a aquello que una quiere mostrar.
Hasta en esos proyectos tan visuales que podemos encontrar online, unas letras que añadan una orientación o un lo que sea, nunca están de más.
Mira Instagram por ejemplo… ¿Sería lo que es hoy si a parte de poder publicar imágenes, no pudiéramos añadir algún texto en ellas?
Ah perdón, que se dice hashtags… 😉
No percibimos igual una imagen acompañada de un texto que sin él.
Lo mismo aplica a una galería de imágenes: ¿Dicen lo mismo una o varias imágenes dispuestas en una página en blanco, que las mismas imágenes acompañadas aunque sólo sea de un breve título, párrafo o frase, que te dé un contexto para esas imágenes?
Sin duda no, no dicen lo mismo. O por lo menos a mí no.
Por eso, si aplico una sencilla regla de tres a este tema, me parece tan crucial que a la hora de redactar el contenido de una web, haya que trabajarlo y cuidarlo mucho.
¿Tú lo haces?
Yo estoy en ello y me esfuerzo mucho, unas veces con mejor resultado y otras con menos.
Pero no dejo de intentarlo y me esmero para que los textos de esta web, no hagan que nadie la abandone arrepentido por haber accedido en primera instancia.
Sin embargo tengo que reconocer que es una tarea que me resulta árdua y frustrante por varias razones.
¿Escribes para tí o para otros?
Así en general diría que lo que más me cuesta de todo, es no olvidarme que no escribo para mí misma, sino para que las personas que lleguen a mi web se sientan cómodas y para que una parte de ellas se identifique con lo que digo y le resulte útil lo que ve.
Ni siquiera se trata de escribir para todas las personas que llegan a tu web, sólo para aquellas por las que sientes un especial interés.
Porque es de eso de lo que se trata.
Llámalas cliente ideal, target, lead, buyer persona, … me da un poco igual la etiqueta que las pongas, la cuestión es que hay que escribir para ellas.
Por eso es muy importante hablar en su idioma, un fallo que todavía me encuentro por ahí.
¿En qué idioma redactas tus textos?
Para redactar tu contenido, utiliza las mismas palabras y la misma voz que utilizarías en una conversación cara a cara con esas personas.
Por ejemplo, ¿si tuvieses una tienda de ropa para niños, se te ocurriría dirigirte a ellos hablándoles de usted, al cruzar la puerta de tu tienda?
Imagínate la situación… Probablemente ellos se quedarían atónitos al escucharte… Por no mencionar a sus padres quiénes como mínimo, dudarían de si eres el profesional adecuado para trabajar la imagen de su retoño.
Si en tu tienda no lo haces, en tu web tampoco.
De otras cuestiones como la higiene y la limpieza ya no hablo, porque me parecen tan evidentes…. Y sin embargo, vaya sorpresas me encuentro de vez en cuando.
Dan para otro artículo, que dejaré para otra ocasión.
¿Qué longitud deben tener tus textos?
Dependiendo de donde vayas a colocarlos, los textos deben tener una longitud u otra.
Así por ejemplo, el tagline de un sitio web, será una pequeña descripción que anticipe lo que se hace en ese sitio web:

Una llamada a la acción o CTA, serán pocas palabras bien hiladas que inviten a una acción clara:

La descripción de uno de tus servicios en la página de Inicio, puede contener información descriptiva muy específica, orientada a que la visita se sienta atraída hacia ese servicio:


O páginas como la de acerca de tu proyecto,cómo funciona o qué vendes donde lo que toca es extenderse algo más con tus textos, explicando en qué consiste lo que haces y cómo lo haces.
En verdad, no sé si hay algún sitio que diga cual es el número de palabras que tenemos que utilizar para redactar nuestros contenidos.
Personalmente, creo que es más una cuestión de lógica.
En mi caso por ejemplo, soy de extenderme en una explicación técnica, por eso los artículos de mi blog no suelen ser cortos.
Por otro lado, que sean extensos ayuda a que cada visita permanezca más tiempo en mi página y este factor tiempo, es algo que también tiene en cuenta Google.
Suelo guiarme por la referencia de las 900-1000 palabras en los textos de mi blog.
Pero tampoco me agobio si un día me sale un texto con menos.
En verdad, más que un número determinado de palabras, lo que creo que es importante es introducir el número de palabras suficientes en tus textos, para poder encajar con discrección las palabras clave para el SEO con las que te quieres posicionar.
Pero de esto, hablaremos la próxima semana.
¿Tú que piensas de los textos? ¿Crees que de momento, los trabajas bien en tu web? ¿Crees que sobran o que no tienen tanta importancia?
Me encantará conocer tu opinión 🙂
Me ha parecido una entrada magnífica.
En un breve momento he aprendido un montón sobre algo que podría pasar desapercibido pero es importante.
Enhorabuena Mónica
Hola Moisés,
A veces perdemos de vista las cosas más simples sin darnos cuenta… Pero no por eso dejan de ser importantes 🙂
Gracias por tu aportación!